viernes, 30 de diciembre de 2011

TOLERANCIA CERO ANTE EL RACISMO

Todavía hoy día, algunas personas cercanas a nuestro entorno son quizá capaces de negar que el racismo exista en pleno siglo XXI. Que es extremo o cínico pensar que el racismo hoy día es un hecho y no solo unos hechos aislados proyectados por extremistas poco numerosos. Que no es racismo que es << mantener nuestro “enterismo" cultural >>...

Considerando que las prácticas autocráticas de diferenciación y/o superioridad racial son totalmente injustificadas tanto en la teoría como en la práctica, tampoco podemos admitir prácticas asimilacionistas que  pretenden manipular y transformar desde una perspectiva cultural y racial la integración de aquellos que han sido marcados como diferentes por hacer uso de su libertad de expresión, de pensamiento o de religión.

En los tiempos que corren, las prácticas de discriminación y segregación son, gracias a revueltas históricas como la de Sharpeville, más sutiles y suspicaces de lo que podríamos imaginar. Ante la supuesta sanción o represión, tanto legislativa como social, que debieran tener estas prácticas, somos incapaces de asumir por completo el carácter estructural que tiene el racismo en los distintos grupos relacionales que nos desenvolvemos.

Ante dichas creencias escépticas a cerca de la situación de racismo real, principalmente retratado en las actitudes asimilacionistas y de segregación. Debemos ser conscientes que es el conjunto de agentes sociales los que nos alimentan prejuicios y estigmas día tras días a través de un bombardeo masivo de esquemas asociativos raciales, que hacen por emitir juicios de valor (que no de hecho), haciendo de la diversidad una diferencia crucial.

Y, como mencionaba al principio, hay quién hoy día se pregunta si puede ser cierto que sigan existiendo contextos y realidades racistas. Pues bien, el Movimiento contra la Intolerancia nos muestra en este pequeño vídeo, un estudio realizado entre un grupo de niños pequeños que responden a preguntas con respecto a un muñeco negro y otro blanco. Si mencionamos que el grupo de niños es de Méjico, cuyo pueblo y cultura son también objeto de actuaciones racistas: ¿qué nos cabe esperar?.



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