sábado, 19 de noviembre de 2011

Cuando los pobres no votan. Cuando el voto corrompe.

El candidato Rubalcaba ha dicho que si gana la derecha, es porque la izquierda se abstiene. El aspirante detecta que unos cientos de miles de sus pasivos electores el próximo día 20-N se van a quedar en sus casas activamente asqueados. Rubalcaba afirma que los electores de derechas son como más fieles que los suyos. Pues claro. Es que el Parlamento se ha hecho para que manden los ricos, y los que votan a la derecha ya saben lo que pueden esperar de esa gentuza: las sobras. En cambio los socialistas, los progresistas, los alternativos, se ilusionan, creen, tienen fe. Y al cabo de los años comprueban nuevamente cómo los que llegaron al Gobierno comprometidos con las causas sociales, se han vuelto unos fachas.
Pues oye, la culpa de esa trasmutación, la tienes tú, pobre votante de izquierda. Cada vez que consigues meter a alguno de los tuyos con el voto en Parlamentos y Ayuntamientos (ahí acabó la democracia), le estás separando del pueblo: por barreras físicas (el local del Parlamento, la oficina, la escolta, el coche oficial), funcionales (el trabajo a realizar), mentales (la perspectiva de la posición del cargo), estructurales (los cauces de difusión de información, la forma de interaccionar con las personas…), de poder (capacidad de toma de decisiones innobles) y por último, por barreras epistemológicas (el conocimiento de los saberes, de las reglas del juego y del funcionamiento del tinglado). ¡Toma castaña! Todo eso que le has regalado con tu voto al luchador de izquierdas, lo convierte en tu cacique. Y la culpa es tuya y de nadie más. O le compran, o se corrompe, o le destruyen.
Es verdad que el que vota a un cabrón de derechas es un cabrón. Pero el que vota a un candidato de izquierdas, es un lerdo (1). No se está dando cuenta de que la democracia representativa es una trampa elaborada para salvaguardar la pasta de los ricos. Y, por eso, quien debería gobernar, siempre, es la derecha. Alguien de izquierdas, alguien progresista, alguien que quiera la igualdad, la libertad y la fraternidad, ahí dentro no pinta un pijo. Si mete cabeza ahí dentro, es para trepar. Si le votas, estás de acuerdo con que te gobierne.
Quien propugne la participación política del pueblo, tiene que estar fuera de las instituciones. Porque las instituciones se han hecho para que el pueblo no participe y sea sometido a un Gobierno y a unas leyes.  Por eso un Parlamento en el que solo hubiese gente de derechas y extrema derecha declarada, mostraría claramente la separación entre nosotros y ellos. Nosotros somos los pobres, los desposeídos, los que trabajamos. Ellos son los señoritos, los ricos, los que no hacen nada. Ellos son los que están dentro. Nosotros los que estamos fuera…, y los que nunca seremos de ellos.
Tomar decisiones racionales contra corriente, se llama madurar. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

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NOTA.
(1) Que la participación suba es una buena noticia para quienes creemos que la democracia se ejerce hoy. Eso refuerza y legitima el Sistema. Pedro J. Ramírez. Director del dario El Mundo.

2 comentarios:

  1. y ahora coges tú (nosotrxs) y dices esto y es que estas “victimizando" a la clase politica... es que esta muy “estigmatizada”

    PUES ESTIGMATICEMOSLA MÁS!! A POR ELLOS Y QUE NO QUEDE NI UNO!!

    porque mucha razon ahi en eso de "Quien propugne la participación política del pueblo, tiene que estar fuera de las instituciones. Porque las instituciones se han hecho para que el pueblo no participe y sea sometido a un Gobierno y a unas leyes.”

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  2. de acuerdo contigo... palabra por palabra

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